Si ya me habéis leído alguna vez, habréis comprobado que mi amor a Valencia es apasionado, fiel, cómplice, divertido, didáctico y mil calificativos más que iréis averiguando a lo largo de mis post, ya que al fin me he decidido. Voy a encauzar mi blog hablando de los pequeños rincones de mi ciudad, sean históricos, comerciales, verdes (principalmente jardines y parques..), hosteleros o marítimos; alternando también la sociología de las personas que viven o visitan la capital del Turia, entre otras cosas. Tampoco es cuestión de que os revele todo lo que intento expresar , que entonces os pondré las expectativas muy altas y a lo mejor no puedo cumplirlas - a mi favor diré que si no lo hago no es por ganas ni falta de imaginación o escaso conocimiento de la ciudad, sino por tiempo- así que dejadme paso que ya es hora, i ha de començar el post.
Dicen que las comparaciones son odiosas, y estoy de acuerdo, pero lamentablemente en estos casos, he de hacerlo. La hostelería está expuesta a ello, y esa es la principal razón de su éxito, y también de su fracaso. Esto último no me gustaría. Los profesores siempre nos decían que no pasaba nada si nos equivocábamos haciendo los deberes, que lo que importaba era que los hiciéramos y que si estaban mal, aprenderíamos de nuestros errores. No sabía que esa simple y repetitiva frase se convertiría en una de las grandes máximas en la vida de cada uno...
En fin, entremos en materia. Hace unos años, se empezó a establecer en Valencia el concepto de yogurtería. La primera que abrieron, si no recuerdo mal, fue la de Dr. Manuel Candela. Yogures líquidos en vasito con sabores. Una merienda sana para niños y mayores como alternativa al helado o a otros dulces. Durante bastante tiempo ha estado a la sombra y sólo algunas heladerías vendían bebidas o reinventaban helados con esta base. Hasta que un buen día, llegaron dos franquicias al centro de la ciudad. LLAOLLAO y YOGURTLANDIA (Años de fundación: 2009 y 1995 respectivamente).
La primera me llamó mucho la atención, por su estética y por la gente que salía de allí haciendo malabares con el helado de lo grande y cargadito de toppings que iba. Además, se contruyó antes que la otra franquicia, la cual está situada en plena Plaza del Ayuntamiento, por la que paso todos los días al menos dos veces (punto extra).
Después de haber ido al menos 5 veces a LLAOLLAO, ayer decidí darle la oportunidad a YOGURTLANDIA, que como ya he dicho, me viene más de paso. La primera toma de contacto fue bien: muchas frutas para elegir, varios tipos d chocolate, y dos tipos de mermelada. Añadiéndole a eso la multitud de toppings que vi por allí (coco, muesli,galleta,avellanas,cacaos,fideos de colores, conguitos... de todo!). No me cogí nada raro, yogurt con cereza espolvoreado de muesli y un poco de mermelada por encima. Y yo no sé si es porque habían 34ºC cuando fui a comprarlo, pero el yogurt que se vende como "helado" estaba muy líquido, calentito- incluso dentro del establecimiento-, y con un sabor muy fuerte. Así que no sé si es que me he acostumbrado a ir al otro sitio, pero no me gustó nada la experiencia. Y puede parecer masoca por mi parte, pero quiero darle otra oportunidad, que puede que ayer hiciera mucha calor y no estuviera en condiciones. Y no obstante, diré algo a su favor. Me encanta que haya variedad de sabores y tamaños, así se puede elegir conforme el estómago te diga. Esto LLAOLLAO no lo tiene, y estaría muy bien, así que punto de favor para uno y en contra para el otro, que no se diga que me han pagado para hacerles publicidad, sólo soy una humilde consumidora de yogurts helados!!
Me encanta que estén las dos (bueno 3, que LLAOLLAO hay 2, aunque si os decidís a ir mucho mejor el de la Calle Xátiva que el de la Calle Muro Santa Ana). Todos los puestos de trabajo y comercio (legal) que se cree en Valencia es más que bienvenido.
Así que no os lo penséis más y al rico yogurt!!!!
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| LLAOLLAO |
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| Yogurtlandia |
