lunes, 10 de enero de 2011

El humo negro de la Antitabaco

Como enemiga íntima del tabaco, el humo y todos sus complementos diré que la nueva Ley me beneficia. Espero que mis pulmones tengan una calidad de vida superior a la que tienen ahora en un plazo aproximado de 3 meses, y a la larga que vuelvan a estar igual de sanos como cuando nací, aunque hayan crecido un poquito.
Me he enterado de que el cigarrito esperando el bus también está prohibido, por no hablar del sagrado piti después del café... que has de tomarlo fuera haciendo que el efecto del cortado calentito se esfume y sólo sirva para despejar. El "cigarro de después de." me parece que lo siguen permitiendo, pero no estoy muy segura. Aseguraos de que habéis cerrado bien las ventanas y en concreto la del deslunado, pues algún vecino podría denunciaros en FACUA. No podríais protestar alegando intromisión ni nada similar, pues la seño Pajín ha mandado esos deberes a los españoles y como en todas partes, siempre tiene que existir la figura del chivato. La compensación es nula, pues no nos van a obsequiar con elecciones anticipadas, sólo vamos, o váis, a formar parte de una Ley que está mal hecha en origen, desde el nombre hasta las normas comprendidas en ella.

Hace algunos años, en 2005, se empezaban a escuchar las alarmas en hostelería y servicios. Se implantaba la Ley Antitabaco 2006 la cual promulgaba que los bares-cafeterías-restaurantes de más de 100 metros tendrían que habilitar zonas para fumadores. Las obras de este tipo no conllevan dos días, si no varios meses de pérdidas de clientes, y por lo tanto de beneficios. Cuatro años después se aprueba una Ley que entra en vigor el 2 de Enero de este mismo año, la ley del fin para muchos hosteleros que aún siguen pagando esas costosas reformas. Conclusiones, hay varias pero estas son las principales:
- Incremento del paro.
- Disminución de la sociedad del Bienestar (El tabaco es asqueroso y perjudicial, pero cada uno es libre de hacer lo que quiera con sus vicios). Disminución de la libertad, por tanto.

Este tipo de Leyes han de hacerse bien desde el principio. No han de ser decretos que duren un breve espacio de tiempo. Se han de hacer con consistencia y viendo las consecuencias de los hechos, hay personas trabajadoras de por medio que sacrifican su día a día sin librar apenas para que todos los demás podamos disfrutar un poco más de esta sociedad que nos está reprimiendo más cada mañana.


Quiero unos pulmones bien trasparentes y que no por ello ennegrezcan la vida de nadie.

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