viernes, 10 de diciembre de 2010

Lo siento, pero esto no es lo tuyo

Me cuesta creer que habiendo 4.110.294* de personas paradas en nuestro país hayan empleados que no valoren lo que es tener empleo y ganar un jornal. Sin ponernos a pensar si se gana más o se gana menos. Trabajas. No sé qué más se puede pedir en esta época que estamos viviendo. Bueno sí, estáis pensando en qué pedir... A mi también se me ocurren cosas, pero vosotr@s me entendéis.
Sería interesante analizar el patrón de comportamiento del sector "atención al cliente" que hoy por hoy, viene a ser una característica esencial en cualquier tipo de actividad, unido al conocimiento y habilidades. No obstante, creo que el concepto no se entiende demasiado bien, pues la atención al cliente no es sólo el proceso en el que se cobra a un cliente, que por cierto, se hace de una manera muy rápida y efectiva. La comunicación ha de empezar incluso antes de que el consumidor entre por la puerta de un establecimiento, o mejor dicho, ha de ser una parte más del uniforme, el cual no has de olvidar en casa...
Estos últimos años me da por pensar en la contestación a preguntas como "por qué has estudiado esta carrera/por qué quieres trabajar de eso". Respuesta textual: "Porque me gusta la atención al cliente". Es cierto que en algunos puestos de trabajo es más necesario que en otros, pero actualmente ya no hay escusas. Si queremos vender, hay que saber comunicar, y sobre todo transmitir. Si no sirves para esto, súmate al paro español.
Voy a poneros dos ejemplos para que el post no se haga muy extenso. Y me cuesta mucho, pues os sorprenderíais si a final de semana contaráis los problemas que habéis tenido con un trabajador que estaba cara al público (o no). 
-El martes pasado una vendedora de entradas de cine se negaba a decirnos si la sala era grande o pequeña. Le decíamos que dependiendo de su tamaño elegiríamos una u otra, y su contestación fue: pues una sala de cine. Fila 5 o fila 12.
Y ahora me pregunto yo: pero si lo sabes, por qué no puedes hablarnos con amabilidad y sacarnos de dudas? vamos a comprarte las puñeteras entradas igual!!!!....
- El miércoles me fui al outlet de una conocida marca deportiva. Unos amigos compraron un chandal para regalar las próximas navidades y se lo pusieron en una bolsa de tamaño camiseta. Le pedimos papel para empaquetar y la contestación de la señorita fue: "lo que nos faltaba, tener para empaquetar...". Pues unos sobrecitos no vienen mal. Se negó a darles una bolsa más grande, como si ella las pagara, y tuvo la desfachatez de decir que en los chinos vendían papeles muy chulos d todos los colores, incluso lazos. 
A ningún dependiente le chifla trabajar los domingos o festivos navideños, soy consciente. También del quemazo que lleva eso, pero si no estás preparada, déjale tu puesto a otr@, no estamos para regalar.


Podría estar toda la noche poniendo ejemplos, entre ellos los múltiples encontronazos con las azafatas de RYANAIR (Ryanmier). Pero tengo tanto que decir que tendrán post para ellas solitas otro día.


Ahora os paso el turno a vosotr@s. Contad alguna anécdota con un empleado "cara al público". Sé que no soy la única a la que tratan como escoria.


Os dejo con una cita de Aristóteles:
"Lo que tenemos que aprender lo aprendemos haciendo". Así que nada, a practicar aunque sea frente al espejo. Ser educado tampoco cuesta tanto!


*Cifra encontrada en finanzzas.com

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. Estoy harta de gente maleducada que te atiende como si te estuviera perdonando la vida! Ser amable no cuesta tanto. No hace falta hacer tonterías, ni actuar. Simplemente es cuestión de educación, algo que debería ser obligatorio para trabajar de cara al público. Situaciones de gente que me ha maltratado he tenido mil: con dependientas del Corte Inglés que me han tratado como si fuera lerda, una librería muy conocida de Valencia donde a la chica le faltó escupirme para decirme que me fuera a otra caja, un camarero despiadado de un conocido restaurante de Cullera, etc... Hay miles de historias para contar. Pero sólo diré una cosa: deberíamos tomar ejemplo de Sudamérica. Allí la atención al cliente (al turista, concretamente) es envidiable. Vamos, como debería ser.

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